En los últimos meses, se ha encarecido de forma sustancial el precio de la gasolina y el diésel hasta alcanzar máximos históricos. Por ello, buscar opciones para reducir el consumo de combustible es algo primordial. De este modo, es posible ahorrar hasta 500€ al año, reducir las emisiones y alargar la vida útil del vehículo, siguiendo una serie de pautas.
Pese a que se puede atribuir entre el 30 y el 50% del gasto de combustible a la forma de conducir del propietario, es muy importante que el vehículo pase por taller una vez al año. Así, se asegura el funcionamiento adecuado del coche haciendo una puesta a punto anual, sobre todo en aquellos de más antigüedad.
La presión correcta de los neumáticos también supone una pieza clave en la reducción de combustible. Según indica el RACE, los neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la recomendada por el fabricante aumentan el consumo un 2% en áreas urbanas y un 4% en interurbanas. De hecho, existe un tipo de gomas con una muy baja resistencia a la rodadura, y que, por tanto, reducen el consumo hasta un 3%.
La velocidad es un punto clave a la hora de reducir el consumo de combustible. Conducir de forma constante, sin cambios ni altibajos, manteniendo la distancia de seguridad es mucho mejor que hacerlo de otro modo. Frenar y recuperar la velocidad revolucionará el motor, lo que no solo aumentará el gasto, sino también desgastará las pastillas de freno.
Otro de los puntos a tener en cuenta es el aire acondicionado. Activarlo sin que sea necesario supone un incremento del consumo de entre el 10 y el 20%. Por ello, es necesario usarlo adecuadamente, así como mantener las ventanillas cerradas para no romper la aerodinámica del vehículo.
Finalmente, es muy importante usar adecuadamente el maletero y no llevar exceso de equipaje. En el caso de que sea necesario, lo más indicado es usar un baúl o portaobjetos de techo adecuado, de formas aerodinámicas y techo cerrado.
